En el área de Bahía Colombia en la subregión del Golfo de Urabá, en Turbo (Antioquia), fue incautado un cargamento de 1.400 kilogramos de clorhidrato de cocaína, que se transportaba en una embarcación artesanal tipo bongo.

La cocaína estaba camuflada en al rededor 88 cajas de frutas, solo cuando las cajas fueron halladas y abiertas por la Armada de Colombia se encontró en su interior paquetes rectangulares con los estupefacientes.

Según las autoridades, la cocaína pertenecería a una estructura asociada al Grupo Armado Organizado (GAO), Clan del Golfo. Asimismo, el cargamento estaba avaluado en más de 47 millones de dólares en el mercado ilegal internacional.

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La droga incautada fue transportada hasta la Estación de Guardacostas de Urabá, en donde integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y de la Fiscalía General de la Nación realizaron las pruebas de identificación preliminar que determinaron que efectivamente se trataba de cocaína.

De acuerdo con las aproximaciones de las autoridades, con la droga incautada se dejarán de comercializar más de tres millones de dosis de este estupefaciente en las calles del mundo.

“Gracias a la acción contundente de las unidades adscritas a la Fuerza Naval del Caribe y la Fuerza de Tarea Contra el Narcotráfico “Neptuno”, no ingresarán a las finanzas de las subestructuras del “Clan del Golfo” que delinquen en la subregión del Golfo de Urabá (Antioquia)”, señaló la Armada.

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Esta modalidad de ocultamiento de cocaína en frutas o cajas de frutas ya es común en el país. El pasado 12 de abril fueron también incautadas en Santa Marta, por la Policía Nacional, más de 50 cajas con plátanos falsos fabricados en fibra que tenían en su interior cocaína. Estos estaban listos para embarcar hacia Europa.

Precisamente, la droga en cargas de bananos o frutas de exportación es usada especialmente por organizaciones criminales en zonas bananeras.