Sólo el 17% de las personas con empleos informales cotiza en la institución.
Consultor considera que hay que incentivar a los trabajadores informales a cotizar
Hay piñas dulcitas y yucas blanditas, es la frase que todas las tardes pregona el vendedor, Emanuel Ramos al pasar en su bicicleta por un pueblo en Pocrí, en Aguadulce.
Este panameño, de 40 años, tiene un año y nueve meses vendiendo frutas y verdura. Esto luego de quedar desempleado en mayo del 2020 a consecuencia de la pandemia por el coronavirus.
‘Pasaban los meses y no lograba conseguir un empleo y debía pagar la pensión de mi hijo; ese monto iba aumentando y aumentando, que daba miedo', expresó el vendedor, quien tuvo la idea de invertir lo poco que tenía y aventurarse a vender frutas y verduras. ‘Algo que nunca imagine', recalcó.
El formaba parte de los 70 mil obreros de construcción que ejercían este trabajo antes de la pandemia.
Este sector, de acuerdo con Saúl Méndez, secretario del Suntracs, pasó de tener 70 mil obreros desempleados a 20 mil en este año.
Pero con su nuevo emprendimiento, Emanuel logró ponerse al día con el pago de la pensión y sus gastos; pero no siguió pagando su Seguro Social. Al igual que él, hay cientos de trabajadores informales que dejaron a un lado el pago de sus cuotas. La CCIAP en su columna ‘La Cámara Opina' del 28 de agosto 2022, indicó que hay 247 mil 166 trabajadores informales más que en el 2012.
Esto representa otro golpe a la Caja de Seguro Social (CSS), dijo el consultor Laboral, René Quevedo quien resaltó que de cada cinco nuevos empleos creados en la última década, cuatro fueron informales ‘Vamos aceleradamente rumbo hacia una economía de informales y funcionarios', enfatizó al asegurar que sin empleadores no hay empleados que coticen a la CSS y sin cotizantes, la CSS no existe.
Dijo que urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio, para generar empleos dignos. ‘La precariedad laboral y la situación financiera de la CSS no son debates ideológicos, sino realidades matemáticas', enfatizó.
Para nadie es un secreto que el programa de IVM, está en números rojos; incluso se ha indicado que las reservas de este año solo están hasta el 2024. Enrique Lau ha manifestado ‘no es un secreto que el fondo del IVM, en lo que se refiere al subsistema exclusivo de beneficio definido, tiene una sentencia a muerte, sino se hace nada'.
Lau Cortés también dio a conocer que las reservas de pensiones registraron en un año una caída de 814 millones de dólares.
El consultor, Luis Ernesto Valles explicó que la gran mayoría de los trabajadores informales no cotizan.
‘Si no generan plazas de empleo formal, no importa que cambios se hagan a las leyes que regulan la CSS y sus finanzas, ya que igual tendrá una falta de afiliados cotizantes', afirmó el experto.
Resaltó que se requiere facilitar con tecnología la afiliación voluntaria e incentivar la misma, ya sea con cuotas más económicas que las que se pagan en un trabajo asalariado formal.
Por su parte, la economista Maribel Gordón ha señalado que la informalidad puede considerarse el principal problema al que se enfrenta la CSS.
Cabe resaltar que las autoridades están esperando del informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo que no se están analizando nuevas propuestas para salvar el programa hasta recibir dicho informe. Edwin Salamín, secretario general de la CSS, en agosto anunció que esperaba que en septiembre.
Antes se hablaba de junio y julio para conocer la realidad del programa. Representantes de los pacientes, como Roger Barés, solicitan que se de a conocer el informe lo ante posible.
El año pasado la CSS hizo unas proyecciones que indicaban que las reservas del IVM se agotarán en el 2025.
miércoles 14 de septiembre de 2022