Compartir Juegos y actividades para estimular el desarrollo de niños de 2 a 3 años

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Cuando el niño alcanza la edad de los dos años, poco a poco, deja de ser un bebé para convertirse en un niño cada vez más autónomo e independiente. Los niños de dos a tres años experimentan avances importantes no tanto física como intelectualmente. Es la edad en la que se dan cuenta que son seres independientes de papá y mamá, y que empiezan a tomar decisiones por sí mismos. Nosotros podemos potenciar este desarrollo a través de juegos y actividades para niños de dos a tres años.

A los dos años, el niño tiene un vocabulario limitado, de 15 ó 20 palabras, e incluso puede unirlas en frases de hasta 3 palabras. A medida que pasan los meses el niño desarrolla un habla más clara y fácil de entender.

Como en la etapa anterior, a los niños les encanta jugar e imitar, y ya que aprenden a través del juego, hemos de facilitarles ese desarrollo acompañándolos y animándolos. Les encanta escuchar cuentos, canciones y ver libros ilustrados.

En casa, en el colegio o en la calle, los niños se divierten cada vez con actividades más variadas, viendo cuentos, dibujando, corriendo, en la bañera, jugando a cocinar, subiendo a los columpios, tocando instrumentos musicales... Cualquier actividad puede ser un juego que les estimule.

Como verás, en esta breve guía hemos incluido juegos y actividades para trabajar las diferentes áreas; sensorial, emocional, motora y cognitiva.

Para esta edad encontramos los juegos imaginarios. Se trata, por ejemplo, de hacer preguntas a los niños sobre lo que hacen, que puedan narrar lo que ven.

Otra actividad dentro de esta modalidad de juego es jugar con ellos a hacer ver que representamos una obra de teatro, dándoles la opción de escoger qué papel hacer y también, de que digan ellos mismos qué papel hacemos nosotros (regular el comportamiento de los demás es una forma de que los niños desarrollen su propia habilidad de autorregulación).

A partir de los dos años el juego de los niños por excelencia es el juego simbólico en el que los niños imitan situaciones de la vida real. Les ayuda a entender y asimilar el mundo que les rodea, practican diferentes roles, favorece la empatía y las relaciones, a la vez que potencia la creatividad, la curiosidad y la imaginación.

Podéis jugar juntos a los médicos, al veterinario, a hacer comiditas, jugar que estáis en un restaurante, a cuidar bebés... cualquier situación que imite situaciones cotidianas.

Otra actividad que les encanta a los niños de esta edad y que tiene muchos más beneficios de lo que a priori podamos creer es jugar con burbujas o pompas de jabón.

Es un juego muy sencillo. Solo necesitáis un pompero, soplar y que el niño corra detrás de las burbujas para atraparlas.

A los dos años los niños ya pueden empezar a jugar a ordenar materiales de forma lógica, así como a clasificar objetos.

Los bloques de construcción y encajables son un excelente juego para los niños de esta edad. Podemos recurrir a los sets específicos para niños pequeños que tienen formas más simples y piezas grandes con las que no corren el riesgo de tragárselas.

En esta etapa los niños tienen una gran sensibilidad, por lo que cualquier actividad o juego que contribuya a potenciar sus cinco sentidos será muy beneficiosa para su desarrollo.

Podéis hacer juegos sensoriales caseros creando mesas sensoriales o caminos sensoriales con diferentes materiales (arena, piedras, agua, etc.), pintura experimental para pintar con los dedos, las manos, los pies... Son todas actividades de lo más estimulantes, pero eso sí, mancharán un poco por lo que recomendamos hacerlas en exteriores.

Este juego de observación, que seguro que conoces, consiste en decirle al niño: "veo-veo", y él, si ya tiene lenguaje, debe responder "¿qué ves?", "una cosita", "¿y qué cosita es?". "Es de color verde... amarillo... (el color que sea)". El reto es que adivine lo que estás pensando (tiene que ser un objeto visible para él). Y después, intercambiáis los roles.

Los dominós infantiles son otra idea para trabajar diferentes habilidades (a nivel motor, cognitivo...); eso sí, si son grandes y coloridos mejor. Además, son juegos que les permiten identificar los dibujos y las formas y emparejarlos.

Podéis jugar juntos a buscar objetos por la casa, preguntando por sus características. Es parecido al Veo-veo, pero no solo con los colores. Por ejemplo:

Es un juego que contribuye a ejercitar la atención, la concentración y a reconocer el mundo que les rodea.

A partir de los dos años, los niños empiezan a intentar dar pequeños saltos despegando los dos pies del sueño, lo que les ayuda a desarrollar habilidades espaciales como distancia, profundidad, etc.

Podemos empezar colocando algunos objetos en el suelo haciendo un recorrido y que el niño tenga que saltarlos. Utiliza libros, peluches, cojines... nada con lo que pueda hacerse daño.

Podéis fabricar instrumentos musicales caseros, empezando por el más básico, unas maracas musicales.

Para ello no necesitaremos más que unas botellas de plástico vacías que rellenaremos con diferentes ingredientes como arroz, pasta seca (que tu peque también puede colorear con rotuladores para hacer el interior más vistoso), fideos, arena, clips de colores o cualquier otro objeto/ingrediente que se os ocurra y que al agitarlo suene.

Jugar con plastilina es una de las actividades favoritas de los niños, y de las más beneficiosas. Estimula la imaginación, desarrolla la creatividad, trabaja la motricidad fina, favorece la concentración, es relajante... mientras que crear mil y una formas con ella.

Podéis crear un sinfín de formas con ellas, usar rodillos, cortadores de juguete, moldes...

La lectura de cuentos o inventar cuentos para nuestros hijos es una de las cosas más bonitas que podéis hacer con ellos. Podéis seguir estas claves para inventar cuentos que enganchen a los niños, pero la cosa no acaba ahí.

Podéis crear el comienzo de una historia y que el niño continúe, o darle opciones para que él mismo elija cómo seguir la historia. Por ejemplo: el elefante emprendió su rumbo hacia una nueva vida. ¿Eligió ir a la ciudad o a la selva? Y dejar que el niño decida antes de continuar el relato.

Los niños tienen una atracción especial por las cajas de cartón. Con una simple caja pueden entretenerse horas poniendo en marcha la imaginación y convirtiéndola en diferentes objetos. Desde cohetes hasta coches, barcos, robots... Solo hay que decorarlas y las posibilidades son infinitas.

También con una caja de cartón, pero con otra finalidad, podéis jugar a descubrir objetos que metéis dentro. Tenéis que hacer dos agujeros para que el niño meta las manos y descubra el objeto escondido.

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